2025 - Fragmentar la obsolescencia, en la vida de las rocas.
En julio de 2025 se realizó la primer muestra de BienalSur en La Rioja

En su 5.ª edición, BIENALSUR llegó por primera vez a la provincia de La Rioja, donde fue declarada de Interés Provincial, para presentar dos exposiciones colectivas, curadas por Clarisa Appendino, en dos sedes de la capital provincial: El Museo de Bellas Artes Octavio de la Colina y el Espacio de Arte Contemporáneo Paseo Cultural Castro Barros
FRAGMENTAR LA OBSOLESCENCIA. EN LA VIDA DE LAS ROCAS en el Paseo Cultural Castro Barros Pelagio B. Luna 699 y FRAGMENTAR LA OBSOLESCENCIA. FORMAS DE DESOCULTAR UN LADRILLO en el Museo de Bellas Artes Octavio de la Colina Pje. Diaguita 75, respectivamente.
Exponen:
Hicham Benohoud (MAR), Marcela Cabutti (ARG), Florencia Caiazza (ARG), Jonathan Alexander Chaparro Moreno (COL), Sergio Andrés Díaz Cortés (COL), Luciana Lamothe (ARG), Jorge Pomar (ARG), Diego Sarmiento (ARG) y Juan Suárez (ARG)
Enlace a BienalSur FRAGMENTAR LA OBSOLESCENCIA. EN LA VIDA DE LAS ROCAS
Texto curatorial:
Las rocas, aparentes inmóviles, viven otro ritmo. Han sido vistas por el ojo humano como materia inerte e inmutable. Conocemos los efectos de la erosión, pero poco advertimos el sigilo del tiempo en esa transformación. El estado mineral y vibrante de la materia subraya la idea de la roca como algo que vive muy lentamente, que se transforma sin prisa. Esta vida invisible queda expuesta en ciertos gestos –erosionar, fotografiar, filmar, construir– sobre un elemento común esparcido en distintas geografías. Las piedras, las cuevas, los perfiles de las montañas, los restos fosilizados y los fragmentos del paisaje señalan procesos de transformación que desafían la percepción humana del tiempo y cuestionan la lógica de utilidad y agotamiento que solemos aplicar a la materia.
Esta idea se hace presente de manera radical en un tronco fosilizado que data de una vida iniciada hace veinticinco millones de años y que hoy, ya convertido en piedra, estimula una fuga hacia diversos tiempos. El árbol-fósil-roca es el umbral que propone escuchar con agudeza los sonidos de la erosión, observar en detalle los surcos del dibujo lítico, percibir cada límite material de la sedimentación, comprender los matices en la oscuridad de las cuevas. Los trabajos de estos artistas reverberan en las piedras no solo como materia, sino también como lenguaje: dibujos sobre techos, excavaciones ficticias, fotografías testimoniales. Hay en estos gestos una actitud espeleológica: un deseo por descender, internarse en lo profundo y reconocer las marcas con las que el tiempo impregnó a la materia.






